recuperación posterior a un procedimiento

Dé los próximos pasos para sentirse mejor
La recuperación de su hijo puede tardar solo unos días o algunos meses, dependiendo del procedimiento. Es común sentir cansancio, dolor o náuseas poco después, y el médico de su hijo puede recetarle medicamentos para aliviar cualquier dolor que sienta.
Ayude a su hijo a seguir las órdenes del médico en cuanto a moverse, levantarse de la cama y caminar para ayudar a su cuerpo a recuperarse más rápido. Pregúntele al médico cuándo su hijo puede:
- regresar a casa;
- volver a su dieta acostumbrada;
- comenzar la fisioterapia o la rehabilitación, de ser necesarias;
- volver a la escuela;
- practicar deportes o hacer actividad física.
Cuidado de la incisión
A medida que la incisión cicatriza, observará que la inflamación, el dolor o los moretones comienzan a desaparecer. La incisión también puede picar, pero no deje que su hijo se rasque. Rascarse puede ocasionar una infección.
El personal de enfermería examinará la incisión de su hijo todos los días mientras esté en el hospital, pero avísele si ve sangre de color rojo brillante, señales de que la herida se está abriendo o signos de infección (como supuración, enrojecimiento, calor o hinchazón). Asegúrese de saber cómo cuidar la incisión de su hijo antes de regresar a casa.
Cómo llamar al personal de enfermería
Use el botón para llamar al personal de enfermería de inmediato si su hijo:
- tiene mucho dolor y los analgésicos no ayudan;
- siente congestión en el pecho o problemas para respirar;
- presenta sangrado alrededor de la incisión o ve signos de infección.
Si su hijo tiene alguno de estos síntomas después de que usted abandone el hospital, llame al médico de inmediato.
Ayude a su hijo a controlar el dolor
Es normal tener algo de dolor después de un procedimiento. Converse con el médico acerca de cómo controlar mejor el dolor mientras su hijo se encuentra en el hospital. El médico puede recetarle medicamentos o indicarle otras formas de disminuir el dolor, como aplicar hielo o calor en la zona.
A veces, su hijo puede tener problemas para contarle sobre el dolor. Preste atención a cómo actúa su hijo. Si su hijo no come, no quiere jugar o llora con más frecuencia, es posible que sienta dolor. Hable con su médico sobre otros signos a los que debe prestar atención.
